Mirad que juguete más divertido hemos probado. Se trata de una rana verde que al mojarla en agua y tenerla sumergida 72 hora se convierte en príncipe. Los peques alucinan con la aparición. Además les enseña a esperar para ver qué es lo que ocurre en el pequeño recipiente. Os he hecho un vídeo con mi hijo Jorge. A ver qué os parece.
Por cierto, el príncipe que aparece de rodillas acaba creciendo, aunque a nosotros nos quedó chiquitito.