Los más pequeños de la casa se pueden formar en seguridad vial de la manera más divertida e inesperada. A todos los niños y niñas les gusta jugar con coches, camiones y parkings, recreando un mundo lleno de imaginación, que viene a ser el vivo reflejo de la realidad que les rodea. Siguiendo esta premisa, Moltó, marca especializada en juguetes educativos, juegos de construcción y garajes, nos trae el Tapiz Ciudad, un tapiz con base foam –espuma- que se puede extender en el suelo, y sobre el que los peques podrán disfrutar con su colección de coches.
El dibujo del tapiz presenta un par de rotondas, varias calles con sus correspondientes pasos de cebra y zonas de aparcamiento. En el recorrido llegaremos hasta el parque de atracciones, el parque de bomberos, el centro comercial o incluso a la parroquia del barrio.
Junto con el tapiz, que podemos guardar fácilmente en una malla, también encontraremos 24 señales. Los niños aprenderán a identificar las de prohibición (redondas y de color rojo), las de obligación (redondas y de color azul) y las de peligro (triangulares y de color rojo), a la vez que las colocan en las calles practicando situaciones de la vida real. Además el set incluye cinco vehículos con llamativos colores.
Moltó también presenta la Pequeña Ciudad, otro modelo de tapiz más pequeño, más o menos la mitad del anterior, y con seis señales de tráfico: rotonda, peligro obras, peligro intersección, peligro zona escolar, stop y área de descanso.
Moltó sigue apostando con su modelo de aprendizaje por imitación, sacando al mercado una colección completa que se puede combinar sin problema. Muchos niños colocarán su parking Moltó junto al Tapiz Vial, además de utilizar los coches y distintos vehículos que ya tenemos en casa.
Los beneficios para nuestros hijos son muy amplios, desde la coordinación manual y el control del espacio, pasando por la imaginación que despiertan esta clase de productos que, en el fondo, siempre han sido los grandes clásicos de los juguetes de toda la vida. Por otro lado es importante afianzar estos conocimientos de seguridad vial de cara a su vida cotidiana, siempre viene bien un recordatorio de las señales, las normas de tráfico y los pasos de cebra.
Estos tapices, ideales a partir de los tres años, no solo son positivos para tenerlos en casa, sino también en colegios y guarderías, lugares donde se podrán utilizar como herramienta educativa. Los centros, además, suelen organizar salidas a parques viales con la policía municipal; una vez de vuelta al aula, el profesor puede completar la formación con estos tapices de Moltó.
